Cómo saber qué hortalizas sembrar en abril en el hemisferio sur para una cosecha exitosa

Abril marca el inicio del otoño en el hemisferio sur, una estación que transforma el ritmo del huerto y abre paso a nuevas oportunidades de cultivo. Las temperaturas comienzan a descender, las lluvias se vuelven más frecuentes y los días se acortan. Este cambio en las condiciones climáticas favorece a muchas hortalizas que no toleran el calor del verano, pero que prosperan con el clima templado o fresco.

Lejos de ser una época de descanso, abril es ideal para quienes desean mantener su huerto activo durante los meses otoñales e incluso en invierno. A continuación, te presentamos una guía completa sobre qué sembrar, cómo cuidar cada cultivo y qué aspectos tener en cuenta para obtener una cosecha sana y abundante.


Hortalizas de hoja: resistentes y productivas

Las hortalizas de hoja son protagonistas del otoño, ya que crecen rápidamente, ocupan poco espacio y pueden cosecharse de forma escalonada.

  • Lechuga: Hay variedades de lechuga que resisten bien el frío, como la mantecosa, la criolla o la romana. Puedes sembrarlas directamente en la tierra o en macetas profundas. Es importante mantener el sustrato húmedo pero no encharcado, y cosechar hoja por hoja para prolongar la producción.
  • Acelga: De crecimiento rápido y muy adaptable, la acelga es perfecta para esta época. Prefiere suelos bien drenados y con materia orgánica. Sus hojas son ricas en hierro y vitaminas, y se pueden consumir tanto cocidas como crudas.
  • Espinaca: Ideal para sembrar en climas frescos. Necesita riego constante y un suelo suelto y fértil. Su sabor y textura mejoran con el descenso de temperaturas, y puede cosecharse hoja a hoja durante varias semanas.
  • Repollo, col y coliflor: Estas crucíferas requieren un poco más de tiempo para desarrollarse, pero son muy resistentes al frío. Es recomendable sembrarlas en semillero y trasplantarlas cuando alcancen unos 10 cm de altura. Necesitan espacio para crecer y buen control de plagas como las orugas.

Hortalizas de raíz: siembra directa y bajo mantenimiento

Las hortalizas de raíz aprovechan bien el frescor del otoño para desarrollarse bajo tierra, con menos riesgo de plagas y enfermedades.

  • Zanahoria: Debe sembrarse directamente en la tierra, ya que no tolera el trasplante. Necesita un suelo profundo, suelto y sin piedras, para permitir que las raíces crezcan rectas. La germinación puede tardar, pero una vez establecida, es resistente.
  • Rábano: De ciclo corto (algunas variedades están listas en 3 a 4 semanas), el rábano es ideal para huertos principiantes o para aprovechar pequeños espacios. Requiere sol directo y riegos frecuentes para evitar que se vuelva picante.
  • Remolacha: Al igual que la zanahoria, debe sembrarse directamente en el suelo. Es importante mantener el sustrato húmedo y bien nutrido. Sus hojas también son comestibles y muy nutritivas.

Leguminosas: aliadas del suelo y del invierno

Las leguminosas no solo ofrecen cosechas sabrosas y nutritivas, sino que también mejoran la calidad del suelo al fijar nitrógeno, lo que beneficia a los cultivos posteriores.

  • Arvejas (guisantes): Tienen un crecimiento rápido y se adaptan bien al frío. Necesitan tutores o enrejados para trepar y un suelo con buen drenaje. Prefieren climas templados, así que abril es ideal para su siembra.
  • Habas: Muy resistentes al frío, las habas germinan sin problemas incluso en suelos fríos. Tienen un porte alto, por lo que también requieren tutores o algún tipo de soporte. Es recomendable sembrarlas con suficiente espacio entre plantas para permitir una buena circulación de aire.

Otras hortalizas recomendadas

  • Brócoli: Al igual que otras crucíferas, se adapta muy bien al clima fresco. Se puede sembrar en semilleros a comienzos de abril y trasplantar a su lugar definitivo unas semanas después. Necesita riegos regulares y protección contra pulgones.
  • Cebolla y puerro: Aunque requieren una temporada larga para desarrollarse, pueden comenzar a sembrarse en abril. Es recomendable iniciar en semillero y luego trasplantar. Son hortalizas ideales para suelos bien trabajados y con buena exposición al sol.
  • Apio: Le gusta el clima fresco y húmedo. Aunque lento en su crecimiento, produce hojas y tallos que pueden cosecharse por partes. Necesita riego constante y un suelo rico en materia orgánica.

Consejos generales para sembrar en otoño

  1. Preparación del suelo: Antes de sembrar, remueve la tierra, elimina restos de cultivos anteriores y enriquece el sustrato con compost o humus de lombriz.
  2. Rotación y asociación de cultivos: No siembres las mismas especies en el mismo lugar cada año. Cambiar la ubicación ayuda a prevenir enfermedades del suelo y desequilibrios de nutrientes. Además, combina cultivos compatibles para aprovechar mejor el espacio y proteger las plantas entre sí.
  3. Protección contra heladas: Aunque muchas especies mencionadas toleran bien el frío, en regiones con heladas tempranas puedes cubrir el huerto con mallas térmicas, túneles de plástico o mantillos orgánicos para preservar la temperatura y humedad del suelo.
  4. Riego moderado: Las lluvias otoñales ayudan a mantener la humedad, pero es fundamental evitar el exceso de agua, que puede provocar enfermedades fúngicas. Riega por la mañana para que las plantas se sequen durante el día.

Sembrar en abril es una excelente manera de mantener el huerto activo, aprovechar el clima templado del otoño y preparar el terreno para futuras cosechas. Con una buena planificación y cuidados básicos, podrás disfrutar de hortalizas frescas, sanas y cultivadas por ti mismo durante los meses más fríos del año.

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