Todo sobre el Cultivo de Jengibre: Cómo Cosecharlo Año tras Año

El jengibre es la raíz de muchas recetas deliciosas, desde currys y salteados hasta pan de jengibre y más. Como todo lo demás, el precio del jengibre en las tiendas ha subido, así que cultivar tu propio jengibre en casa puede ahorrarte dinero. Pero más allá de eso, es increíblemente sabroso cuando se cosecha fresco del jardín.

Este es uno de esos maravillosos cultivos donde, si eres cuidadoso, puedes cosechar lo que necesitas, volver a plantar el resto y seguir cultivando jengibre año tras año. Y lo mejor de todo: puedes empezar tu propio cultivo de jengibre utilizando trozos de raíz comprados en el supermercado!

Jengibre

Cultivar Jengibre a Partir de Rizomas (Raíces)

Existen más de mil tipos de jengibre, algunos comestibles y otros no. Aunque el jengibre varía mucho en apariencia, todos tienen algo en común: se propagan mediante raíces gruesas o, más específicamente, rizomas. Un rizoma es una especie de tallo modificado que se desplaza justo debajo de la superficie del suelo, enviando raíces y tallos a medida que avanza. Es una forma ingeniosa y eficiente de propagarse.

Para empezar un nuevo cultivo de jengibre, necesitas un rizoma saludable. Un trozo grande y robusto te dará una planta más grande desde el principio, reduciendo el tiempo hasta la cosecha.


Cómo Plantar Jengibre

Plantar jengibre es tan simple como colocar el rizoma en una mezcla de sustrato y regarlo. Para que el jengibre crezca bien, es importante recrear las condiciones de su hábitat natural en el sudeste asiático, donde crece en suelos abiertos y esponjosos, rodeado de hojas en el húmedo y sombreado suelo del bosque.

Mezcla compost tamizado con corteza compostada, aproximadamente a la mitad. El compost será rico, mientras que la corteza ayudará a mantener la mezcla ligera y bien drenada.

El rizoma debe tener suficiente espacio para extenderse, así que asegúrate de plantar en un recipiente ancho y con agujeros de drenaje. La mejor época para plantar jengibre es en primavera, pero si puedes proporcionarle calor durante el invierno, incluso el jengibre plantado en otoño puede prosperar.


Dónde Cultivar Jengibre

En la naturaleza, el jengibre crece en el sotobosque de los bosques, donde no recibe mucha luz directa del sol. En climas templados, el jengibre puede tolerar algo de sol, pero lo ideal es protegerlo del sol intenso. En mi caso, mantengo mis plantas de jengibre en una esquina de mi invernadero, donde reciben sol por la mañana pero están sombreadas durante la mayor parte de la tarde. Esto ha funcionado muy bien durante el verano.

Si vives en un clima cálido, asegúrate de mantener las plantas sombreadas.


Riego y Alimentación del Jengibre

Debes ser cauteloso con el riego mientras el jengibre no haya brotado, ya que el rizoma podría pudrirse. Sin embargo, una vez que empiece a crecer, necesitará riego regular para imitar los frecuentes chaparrones que recibe en su hábitat natural. El medio de cultivo debe drenar bien, pero asegúrate de que no se seque por completo, especialmente en climas cálidos.

El jengibre es una planta que necesita mucha comida. Puedes mezclar un fertilizante de liberación lenta con la mezcla de compost y corteza, o usar un fertilizante líquido de algas marinas durante la temporada de crecimiento.


Cómo Pasar el Invierno con Jengibre

Como el jengibre no tolera el frío y se descompone a temperaturas inferiores a 5ºC, es importante traerlo al interior durante los meses fríos si vives en un clima templado. Mantén las plantas en un lugar cálido, pero evita que estén cerca de fuentes de calor como radiadores, ya que el jengibre no tolera el aire seco.

Durante los meses de invierno, puedes podar cualquier parte muerta o dañada, y cuando los días se alarguen en primavera, tu planta de jengibre comenzará a brotar de nuevo. Asegúrate de devolverla al invernadero o al exterior cuando las temperaturas suban y el riesgo de heladas haya pasado.


Cómo Cosechar y Usar el Jengibre

El jengibre se cosecha al final de la temporada de crecimiento. Puedes raspar el medio de cultivo y cortar una sección de la raíz o sacar toda la planta de la maceta, limpiar las raíces y romper un trozo de jengibre, dejando el resto para continuar creciendo. De este modo, podrás seguir cultivando jengibre año tras año.

Si necesitas jengibre rallado, un truco es congelar la raíz antes de rallarla. Esto facilita mucho el proceso. También puedes cortar el jengibre en rodajas finas, deshidratarlas hasta que estén crujientes y luego triturarlas para hacer tu propio jengibre molido, ideal para galletas y pan de jengibre.

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