Cultivar tus propios brotes de alfalfa es una forma fácil y económica de disfrutar de verduras frescas y nutritivas durante el invierno. Están listos en solo 5-6 días y son perfectos para añadir a ensaladas, sándwiches y sopas. Aquí tienes una guía paso a paso sobre cómo cultivarlos, asegurando un suministro fresco en casa.

Por qué cultivar brotes de alfalfa?
Los brotes de alfalfa están llenos de nutrientes, como:
- Vitamina K
- Fibra
- Antioxidantes
También son una gran fuente de proteínas, lo que los convierte en un complemento perfecto para tu dieta. Además, cultivarlos es una alternativa económica a comprar pequeños y caros envases de brotes en la tienda.
Son seguros los brotes de alfalfa?
Aunque los brotes de alfalfa se han vinculado ocasionalmente con brotes de salmonella y E. coli, puedes cultivarlos de manera segura en casa. La clave para evitar la contaminación es:
- Usar semillas orgánicas certificadas: Estas se cultivan en ambientes controlados y se prueban para detectar patógenos.
- Sanitizar las semillas: Si prefieres una capa adicional de seguridad, puedes sumergir las semillas en una solución de peróxido de hidrógeno al 3% durante 5 minutos y luego enjuagarlas con agua fría.
- Mantener condiciones frescas: Germinar a temperaturas inferiores a 75°F (24°C) ayuda a evitar el crecimiento de microbios no deseados.
Siguiendo estos pasos, podrás cultivar brotes de alfalfa con confianza en tu cocina.
Lo que necesitarás
- Semillas de alfalfa (1 cucharada para cultivar un lote de un cuarto de galón)
- Un colador de metal para enjuagar
- Un frasco de vidrio para germinar
- Tela ligera y una banda elástica para cubrir el frasco
- Agua fría para remojar y enjuagar
- Un tazón limpio para separar las semillas apelmazadas
Instrucciones paso a paso
Día 1: Preparar las semillas
- Enjuaga las semillas: Coloca una cucharada de semillas de alfalfa secas en un colador de metal. Frote suavemente las semillas para quitar cualquier residuo y ayudarlas a absorber agua.
- Remojo: Coloca las semillas en un frasco limpio, cúbrelas con agua fría y déjalas reposar durante varias horas o toda la noche.
Días 2-3: Enjuagar y escurrir
- Enjuaga dos veces al día: Cada 12 horas, llena el frasco con agua fría, agita para enjuagar los brotes y escurre bien el agua.
- Mantén fresco: Guarda el frasco en un lugar fresco y fuera de la luz directa del sol, ya que el exceso de calor puede ralentizar el crecimiento de los brotes.
Días 4-5: Continúa enjuagando
- Separa los brotes: Si los brotes comienzan a apelmazarse, separarlos colocando los brotes en un tazón grande de agua fría. Usa un tenedor para separarlos, luego transfiérelos nuevamente a frascos separados con espacio suficiente para crecer.
- Enjuaga y escurre nuevamente: Continúa con el enjuague y escurrido dos veces al día.
Días 5-6: Listos para cosechar
- Enjuague final: Al día 5 o 6, los brotes deben haber duplicado su tamaño. Haz un último enjuague, escurre bien y transfiérelos al refrigerador.
- Almacenaje: El enfriamiento ayuda a que los brotes se mantengan crujientes y extiende su vida útil hasta por una semana. Si los brotes comienzan a mostrar puntas marrones, es hora de compostarlos.
Qué hacer con los brotes de alfalfa?
Una vez cosechados, los brotes de alfalfa están listos para disfrutar. Son perfectos para:
- Ensaladas: Añadir crujido y nutrición a cualquier ensalada.
- Sándwiches: Hacer que tus sándwiches sean más saludables y sabrosos.
- Sopas: Decorar las sopas de invierno con brotes frescos.
Cultivar más brotes
Una vez que hayas cosechado tu primer lote, es hora de comenzar otro. Los brotes de alfalfa son fáciles de cultivar en ciclos, y pueden ser una adición divertida a tu colección de alimentos cultivados en casa. Si deseas experimentar, prueba cultivar frijoles mungo, que también son rápidos y versátiles.
Cultivar brotes de alfalfa es una forma simple y gratificante de disfrutar de verduras frescas y nutritivas durante todo el año. En solo seis días, puedes tener un lote listo para agregar a tus comidas, y con un mínimo esfuerzo, tendrás un suministro constante de estos crujientes brotes llenos de salud.