El ajo es una planta maravillosa, fácil de cultivar, pero a veces los bulbos no alcanzan el tamaño que esperamos. Para obtener los bulbos más grandes, aquí te dejo mis mejores consejos que duplicarán el tamaño de tu cosecha.
Preparación para Plantar Ajo
El cultivo de ajo empieza ahora, justo cuando el clima comienza a enfriarse. Aunque parezca contradictorio plantar en otoño, el ajo es muy resistente y plantarlo con antelación te dará bulbos más grandes. Es crucial plantar en el momento adecuado, lo que varía según tu clima. Generalmente, se recomienda plantar el ajo tres semanas después de la primera helada media de tu zona.
Suelo y Ubicación
El ajo prefiere un suelo bien drenado, lleno de materia orgánica. Si tienes suelo pesado, las camas elevadas ayudan a evitar que el agua se acumule. El ajo también necesita al menos 5 horas de sol directo al día. Prepárate para enriquecer el suelo con compost y fertilizante orgánico, como estiércol de pescado y hueso, que aportará nutrientes durante el invierno.
Cómo Plantar Ajo
Separa los bulbos en dientes individuales. Cada diente se convertirá en un nuevo bulbo, por lo que elige los dientes más grandes para obtener los bulbos más grandes. Planta los dientes a unos 15 cm de distancia en ambas direcciones, y asegúrate de que el extremo puntiagudo quede hacia arriba y cubierto por 4 cm de tierra. El ajo necesita una capa de tierra que lo proteja del frío extremo.
Si tu suelo está muy mojado en invierno, puedes plantar el ajo en macetas o bandejas de siembra, asegurándote de que los dientes se planten a la profundidad adecuada. Luego, coloca las macetas en un lugar frío y protegido hasta que las condiciones mejoren.
Cuidado del Ajo
Una vez plantado, el ajo requiere muy poco cuidado. Es importante mantenerlo regado durante los períodos secos y eliminar las malas hierbas manualmente. Si te apetece, puedes añadir un fertilizante rico en nitrógeno a principios de primavera, como estiércol de gallina, para estimular el crecimiento y evitar que el ajo se vaya a flor.
Cosecha de Ajo
El ajo estará listo para cosechar cuando las hojas más bajas comiencen a volverse amarillas y se marchiten. Usa una horquilla para levantar los bulbos y déjalos secar en un lugar soleado durante unos días. Después, guárdalos en un lugar fresco, seco y oscuro. El ajo tiene un sabor increíble y puede conservarse por meses si se cura correctamente.
Siguiendo estos consejos, podrás cultivar el ajo más grande y delicioso que jamás hayas probado!