El Ficus carica, conocido como árbol de higuera, es una planta originaria de Asia Menor, cultivada por sus deliciosos y comestibles frutos. Este árbol, que se adapta bien a climas cálidos, es muy popular en jardines y como planta en macetas. Se distingue por su follaje decorativo y la producción de frutas dulces de colores que van desde el verde hasta el violeta.
Origen y características
El Ficus carica es un árbol pequeño o arbusto grande que puede alcanzar entre 300 y 500 cm de altura. Sus hojas son grandes y lobuladas, y aunque sus flores son pequeñas y poco visibles, se agrupan en un órgano llamado “siconio”, que se confunde con el fruto. Este “fruto” en realidad es una fruta compuesta, formada por muchas pequeñas frutas individuales.

Cuidados y ubicación
La higuera prefiere lugares soleados y cálidos. En climas fríos, es mejor cultivarlas en macetas para que puedan ser protegidas durante el invierno. La planta necesita un suelo bien drenado, ligeramente ácido, y debe evitarse el exceso de agua, ya que esto puede provocar la pudrición de las raíces. Los suelos arenosos y bien aireados son ideales para su crecimiento.
Fertilización y riego
Durante la temporada de crecimiento (primavera a otoño), la higuera debe ser regada regularmente. El riego debe ser moderado en invierno, cuando la planta entra en reposo. Se recomienda fertilizarla con un abono líquido de alta calidad de abril a agosto. En invierno, la higuera necesita menos riego y no debe ser fertilizada.
Poda
El árbol de higuera crece de forma ramificada y extensa, por lo que la poda es esencial para mantener una forma ordenada. La poda debe realizarse a finales del invierno o principios de la primavera. Se deben eliminar las ramas muertas o dañadas, así como las que crecen de forma desordenada. Si se desea una cosecha de frutos más abundante, no se debe podar demasiado, ya que las higueras producen frutos en madera vieja.
Invierno y protección
En climas fríos, las higueras deben ser protegidas del frío extremo. Algunas variedades, como la Violetta, soportan temperaturas de hasta -20°C. Sin embargo, en regiones más frías, es mejor cultivarlas en macetas y trasladarlas a un lugar protegido durante el invierno. En exteriores, las raíces deben ser cubiertas con una capa de hojas secas, y la copa debe ser protegida con ramas de abeto o materiales aislantes.
Enfermedades y plagas
Las higueras pueden sufrir de plagas como ácaros y pulgones, que dañan las hojas y debilitan la planta. También pueden aparecer hongos como el moho negro, especialmente si las condiciones de riego son inadecuadas. Para prevenir y controlar estas plagas, se deben utilizar tratamientos orgánicos y mejorar las condiciones de cultivo.
Cosecha
El árbol de higuera produce hasta dos cosechas al año. La primera se recoge en junio o julio, mientras que la segunda, de mejor calidad, se cosecha en agosto o septiembre. Las frutas deben ser suaves al tacto y de sabor dulce para ser cosechadas. En regiones frías, la primera cosecha suele ser escasa, pero la segunda puede ser más abundante si la planta está bien cuidada y protegida.
Propagación
La higuera se propaga fácilmente por esquejes. Un trozo de rama de unos 20 cm de largo, plantado en tierra arenosa, desarrollará raíces en unos meses. También puede propagarse por semillas, pero este método es más lento y requiere más tiempo.
El Ficus carica es una planta que ofrece tanto belleza como frutos deliciosos. Si se cuida adecuadamente, puede prosperar en jardines o macetas, proporcionando un alimento sabroso y una planta ornamental. Su cultivo es sencillo, pero requiere atención especial durante el invierno para evitar daños por el frío. Con el cuidado adecuado, las higueras pueden ser una excelente adición a cualquier hogar o jardín.