El jazmín de invierno es una planta muy apreciada en los jardines durante la temporada fría. Con sus brillantes flores amarillas, aporta color y vitalidad en los días grises. Pero, más allá de su atractivo visual, esta planta juega un papel fundamental en la alimentación de las abejas, especialmente durante los meses más fríos.
Por qué es importante el jazmín de invierno para las abejas?
Durante el invierno, el jardín suele estar sin flores. Sin embargo, cuando las temperaturas suben un poco, las abejas melíferas y las abejas silvestres comienzan a salir. En este momento, el jazmín de invierno les ofrece una de sus primeras fuentes de alimento. La planta, originaria de China y traída a Europa en el siglo XIX, produce flores de color amarillo brillante que, en días soleados, ofrecen polen a las abejas en una época donde las fuentes de alimento son muy limitadas.

La floración del jazmín de invierno
El jazmín de invierno (Jasminum nudiflorum) es uno de los pocos arbustos que florecen en invierno. Comienza a florecer a finales de noviembre y puede seguir en flor hasta marzo, con sus flores en forma de tubo. La floración depende de las condiciones climáticas; en un otoño cálido, puede florecer antes, pero en años más fríos, la planta puede hacer una pausa en su floración y retomar en los meses de febrero y marzo. Las abejas melíferas comienzan a volar cuando las temperaturas superan los 11 grados Celsius, lo que suele ocurrir en noviembre. En años muy suaves, esto incluso puede extenderse hasta diciembre.
Cuando la temperatura aumenta en enero, las abejas silvestres, como la abeja de madera o la abeja peluda, también comienzan a aparecer. Estas abejas, que han emergido recientemente, dependen del polen del jazmín de invierno para sobrevivir, ya que en esa época aún no hay muchas otras plantas que florezcan.
Jazmín de invierno como alternativa a la forsythia
Desde lejos, el jazmín de invierno puede parecerse a la forsythia debido a su color amarillo brillante. Para quienes están considerando plantar una forsythia debido a su atractivo color después del gris del invierno, el jazmín de invierno es una opción más amigable para las abejas. Además, puedes aumentar aún más la oferta de alimentos plantando flores de principios de primavera, como los campanillos o los crocus, cerca del jazmín de invierno. Esto crea un entorno lleno de flores, proporcionando una rica fuente de polen para las abejas que buscan alimento.
Cuidado del jazmín de invierno
Aunque el jazmín de invierno no puede competir con especies autóctonas de mayor tamaño como el aliso o el sauce, es una excelente opción para pequeños jardines o balcones. Esta planta se adapta bien a pequeños espacios y se puede cultivar en un enrejado o en una pared. Es un “escalador” que crece verticalmente y puede ser utilizado para cubrir vallas o muros. Para garantizar que la planta florezca abundantemente, es importante podarlo regularmente. El jazmín de invierno florece en ramas jóvenes, por lo que es recomendable cortar los brotes más viejos después de la floración, generalmente en abril, para estimular un nuevo crecimiento.
El jazmín de invierno es una planta invaluable no solo por su belleza, sino también por su contribución al bienestar de las abejas, especialmente en los meses fríos cuando las fuentes de polen escasean. Al incorporar esta planta en el jardín, además de disfrutar de su colorido paisaje invernal, estarás ayudando a mantener vivas a las abejas y otros polinizadores importantes, contribuyendo a la biodiversidad y al equilibrio ecológico de tu entorno.