En el mundo de las terapias alternativas contra el cáncer, pocos protocolos han generado tanta atención y controversia como el jugo desarrollado por el terapeuta natural austriaco Rudolf Brojs. Según los relatos, este tratamiento habría ayudado a más de 54,000 personas a combatir no solo el cáncer sino también otras enfermedades consideradas incurables. Pero, ¿qué hay detrás de estas extraordinarias afirmaciones?
¿Quién fue Rudolf Brojs?
Rudolf Brojs (1899-1990) dedicó gran parte de su vida a investigar tratamientos naturales contra el cáncer. Después de años de experimentación, desarrolló lo que llamó “terapia de jugos”, basada en la premisa de que las células cancerosas se alimentan principalmente de proteínas sólidas. Su teoría propone que al privar al cuerpo de proteínas durante 42 días mediante un ayuno controlado con jugos específicos, las células cancerosas literalmente “mueren de hambre” mientras el cuerpo se nutre con los micronutrientes esenciales de los vegetales.
La composición del jugo milagroso
La fórmula exacta del jugo de Brojs sigue proporciones específicas:
- 55% de remolacha (betabel)
- 20% de zanahoria
- 20% de apio
- 3% de papa cruda
- 2% de rábano
El poder nutricional de los ingredientes
Remolacha (55%)
La remolacha constituye más de la mitad de la mezcla por una buena razón. Este vegetal es rico en betalaínas, pigmentos naturales con poderosas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Estudios de laboratorio han demostrado que la betanina, el pigmento principal de la remolacha, puede inhibir el crecimiento de células cancerosas. Además, contiene ácido fólico, manganeso, potasio, hierro y vitamina C.
Zanahoria (20%)
Las zanahorias aportan betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la función inmunológica y la salud celular. También contienen falcarinol, un compuesto natural que ha mostrado propiedades antitumorales en estudios preliminares.
Apio (20%)
El apio es rico en apigenina, un flavonoide que ha demostrado en estudios de laboratorio capacidad para retardar el progreso de varios tipos de cáncer. También proporciona vitaminas K, C y potasio.
Papa cruda (3%) y Rábano (2%)
Brojs incluía pequeñas cantidades de papa cruda por sus inhibidores de proteinasa, que según su teoría ayudarían en el proceso de inanición de las células cancerosas. El rábano aporta glucosinolatos, compuestos que se transforman en isotiocianatos con propiedades desintoxicantes.
El protocolo completo de 42 días
La terapia de Brojs es mucho más que simplemente beber este jugo. Implica un estricto régimen de 42 días que incluye:
- Consumo exclusivo del jugo de vegetales (500 ml a 1 litro diario)
- Tés de hierbas específicas (especialmente té de salvia)
- Abstinencia total de alimentos sólidos y proteínas
- Enemas regulares para la desintoxicación

La ciencia detrás de la teoría
La premisa central de Brojs se basa en que las células cancerosas tienen un metabolismo diferente a las células sanas. Mientras las células normales pueden adaptarse a obtener energía de diferentes fuentes, las cancerosas dependen principalmente de la glucosa y ciertas proteínas. Al eliminar completamente las proteínas de la dieta, Brojs creía que se privaba a las células cancerosas de su combustible esencial.
La realidad de la evidencia científica
Es crucial abordar este tema con precaución científica. Si bien algunos componentes individuales del jugo (como la betanina de la remolacha o la apigenina del apio) han mostrado efectos prometedores en estudios de laboratorio y con animales, no existen estudios clínicos rigurosos que demuestren la eficacia del protocolo completo de Brojs en humanos.
La comunidad médica advierte sobre los peligros potenciales de este régimen extremo:
- Riesgo de desnutrición proteica severa
- Pérdida muscular masiva
- Debilitamiento del sistema inmunológico
- Deficiencias de vitaminas liposolubles
Perspectiva equilibrada
Si bien la historia de Rudolf Brojs y su jugo medicinal es fascinante, es fundamental abordarla con escepticismo científico saludable. Los componentes individuales del jugo son sin duda nutritivos y pueden formar parte de una dieta saludable, pero el protocolo completo de 42 días sin supervisión médica representa riesgos significativos para la salud.
Para aquellos que consideran terapias complementarias contra el cáncer, la approach más sensata es integrar elementos nutricionales beneficiosos dentro de un plan de tratamiento convencional supervisado por profesionales médicos. La remolacha, las zanahorias y el apio son alimentos excelentes que pueden apoyar la salud general, pero no deben considerarse como tratamiento único para enfermedades graves como el cáncer.
La historia del jugo de Brojs nos recuerda la importancia de mantener un balance entre la mente abierta a approaches alternativos y el rigor científico necesario para distinguir entre la esperanza legítima y las afirmaciones no verificadas.