La Paz de la Liliá, 5 razones por las que tu Spathiphyllum se está marchitando

Las lirios de la paz son plantas de interior fáciles de cultivar que pueden florecer durante meses. Tienen un follaje verde brillante y flores blancas elegantes. Sin embargo, el marchitamiento de las lirios de la paz es un problema común. Existen varios factores que pueden hacer que tu planta se marchite, pero afortunadamente, los motivos más comunes son fáciles de solucionar.

Causas Comunes del Marchitamiento de la Lirio de la Paz

1. Exceso de Riego

Aunque las lirios de la paz aman la humedad, es posible regarlas en exceso. El riego excesivo puede causar hojas amarillentas, caídas y hasta la muerte de la planta. Asegúrate de regar solo cuando el suelo se sienta seco al tacto.

2. Falta de Agua

Si no riegas adecuadamente y de forma regular, las hojas de tu lirio de la paz se marchitarán y las puntas se volverán marrones. Evita que el suelo se quede completamente seco y asegúrate de regar a fondo.

3. Exceso de Luz Solar

Las lirios de la paz prefieren la luz indirecta brillante. Si las expones a la luz solar directa, las hojas se volverán marrones y quebradizas. Si notas esto, corta las hojas dañadas y muévela a un lugar con menos luz directa.

4. Temperaturas Frías o Corrientes de Aire

Las lirios de la paz provienen de climas tropicales, por lo que no toleran las temperaturas por debajo de los 60°F (15°C). Evita colocarla cerca de corrientes frías o calefacción directa, ya que esto puede causar que se marchite.

5. Plagas

Plagas como ácaros, pulgones y cochinillas pueden afectar a tu planta. Si observas manchas oscuras en las hojas o una capa pegajosa en ellas, podrías estar enfrentando una infestación. En este caso, utiliza aceite de neem o jabón insecticida para controlarlas.

Consejos para Mantener tu Lirio de la Paz Saludable

  • Mantén la humedad: Aumenta la humedad alrededor de la planta con un humidificador o un plato con piedras y agua.
  • Limpia las hojas: Usa un paño suave y húmedo para quitar el polvo, lo que ayudará a la planta a recibir más luz.
  • Fertiliza regularmente: Durante la primavera y el verano, fertiliza una vez al mes con un fertilizante orgánico de liberación lenta.
  • Revisa las raíces: Asegúrate de que las raíces no estén apretadas en la maceta o mostrando signos de podredumbre. Replanta si es necesario.

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