El tiempo es valioso, ¡y todos necesitamos más de él! Así que, cómo podemos obtener grandes cosechas con el poco tiempo del que disponemos y asegurarnos de que nuestra familia tenga más comida con menos esfuerzo?
Cultivar Patatas en Contenedores
Tengo un gran éxito cultivando patatas en mis camas elevadas, pero en contenedores es aún más fácil. Solo tienes que llenar grandes macetas con tierra de buena calidad, añadir un poco de fertilizante orgánico de uso general y enterrar un par de patatas de semilla en el fondo. Lo único que necesitas hacer después es mantenerlas bien regadas. Al final de la temporada, puedes almacenar los contenedores moviéndolos bajo cubierta, donde puedes volcar las patatas y disfrutar de ellas cuando las necesites.
Elegir las Plantas y Variedades Correctas
La clave para hacer el mejor uso del tiempo es elegir las plantas y variedades correctas para el lugar adecuado. Por ejemplo, mi maíz dulce ha tenido un buen desempeño este verano, a pesar de que fue un poco más frío de lo habitual. Elegí una variedad que está diseñada para prosperar incluso en veranos fríos.
Para mis tomates, opté por tomates injertados y resistentes al tizón. Estos no han sufrido ningún problema con la enfermedad este verano. Los tomates injertados crecen con más fuerza y producen muchos frutos sanos y libres de enfermedades.
Revive la Tierra para Macetas
Las mezclas para macetas no son baratas, por lo que es genial poder reutilizar la tierra de la temporada pasada. Solo necesitas unos minutos para revitalizarla: retira las raíces y otros restos, agrega fertilizante orgánico, mézclalo todo y guárdalo para usarlo al año siguiente. Esto ahorra dinero y te evita una tediosa visita al centro de jardinería.
Cosecha Regular
Con cultivos súper prolíficos como los frijoles, recoger regularmente ahorra tiempo. Cuanto más coseches, más frutos producirán las plantas, lo que te permite cultivar menos plantas y dedicar menos tiempo a la jardinería. Dedico entre dos y diez minutos dos veces a la semana solo a caminar por el jardín recogiendo lo que está listo. Es un pequeño esfuerzo que asegura que siempre haya algo que llevar a casa.
Replantar Rápidamente
Al mantener la tierra cubierta con cultivos, no solo obtienes más cosechas, sino que reduces el tiempo que dedicas a desherbar. Así que, tan pronto como un cultivo termine, planto el siguiente. Si el cultivo tiene tallos duros, como el brócoli, los corto con una pala para que se descompongan más rápido.
Desherbar Rápidamente
Hacer una pequeña sesión de deshierbe cada semana ahorra tiempo a largo plazo. Salgo con una azada y un cubo, y en pocos minutos la mayoría de las malas hierbas han desaparecido, dejando un jardín limpio y ordenado. Esto rara vez me lleva más de 10 minutos cada vez.
Evita Cavar
No soy fan de cavar. En lugar de ello, cubro las áreas de cultivo con cartón y apilo compost y otros materiales orgánicos encima. Este método de jardinería “sin cavar” ahorra mucho esfuerzo y horas de trabajo con la pala, creando un lecho limpio y libre de malas hierbas.
Riego Fácil
Para facilitar el riego, en mi invernadero utilizo ollas caseras. Con ellas, solo necesito regar una vez a la semana. Esto me permite extender el periodo entre riegos y ahorrar tiempo.
Elige Perennes para Ahorrar Tiempo
Me estoy volviendo fan de los vegetales perennes, como los espárragos y los alcachofas de Jerusalén (sunchokes). Estos requieren muy poco mantenimiento. Los frutos también son perennes, como los arándanos, frambuesas, grosellas y los frutales, que dan cosechas abundantes con solo una poda anual y un poco de mantillo en invierno.
El Poder de las Flores
Las flores juegan un papel clave en mantener alejadas a las plagas. Además de ser atractivas, las flores como las nasturcias y la planta de huevo escalfado atraen insectos beneficiosos que ayudan a polinizar los cultivos y controlar las plagas. Las flores autosemeadas son una gran solución, ya que requieren muy poco mantenimiento.
Este enfoque para la jardinería eficiente me ha permitido cultivar suficientes alimentos para alimentar a mi familia mientras ahorro tiempo y esfuerzo. Con solo 78 minutos a la semana, me aseguro de que siempre haya comida fresca y saludable en mi mesa.