Siempre he soñado con tener un huerto de calabazas, un lugar mágico lleno de hojas exuberantes y calabazas excéntricas escondidas como tesoros esperando ser descubiertos. Hoy es el día para convertir un área de césped en un productivo huerto de calabazas.
1. Preparar el Suelo sin Labranza
Para evitar el arduo trabajo de cavar, optaré por cubrir el césped y las malezas con varias capas de cartón marrón. Primero, corta el césped lo más cerca posible para facilitar la colocación del cartón y debilitar las malezas. Asegúrate de eliminar grapas y restos de cinta del cartón y solapa las hojas para evitar que las malezas se infiltren. Riega bien el cartón para suavizarlo. Con el tiempo, el cartón se descompondrá, matando el césped y preparando el terreno.

2. Añadir Compost
Cubre el cartón con aproximadamente 10 cm de compost o estiércol bien descompuesto. Esto no solo entierra las malezas restantes, sino que también enriquece el suelo, proporcionando nutrientes esenciales para las calabazas. No es necesario añadir bordes al lecho, a menos que prefieras una apariencia específica.
3. Sembrar las Calabazas
Puedes sembrar las semillas directamente en su posición final o iniciarlas en macetas para protegerlas de babosas y aves. Si decides sembrar directamente, planta dos semillas por hoyo y retira la más débil si ambas germinan. Espacia las plantas a unos 3.5 pies (1 metro) de distancia para permitir su crecimiento extenso. Las variedades trepadoras requieren soportes como enrejados o estructuras de alambre para optimizar el espacio y facilitar la cosecha.
4. Endurecer las Plántulas
Antes de plantar al aire libre, aclimata las plántulas gradualmente a las condiciones exteriores durante aproximadamente una semana, aumentando el tiempo que pasan fuera cada día.
5. Plantar las Calabazas
Traslada las plántulas al huerto, asegurándote de enterrar bien las raíces y cubrir con compost adicional. Para retener mejor la humedad, crea un montículo de tierra alrededor de cada planta, permitiendo que el agua se concentre hacia las raíces.
6. Cuidado y Mantenimiento
- Riego: Las calabazas necesitan un riego constante para mantener el suelo húmedo pero no saturado. El mulch con recortes de césped ayuda a conservar la humedad y mantener el suelo fresco.
- Fertilización: Generalmente, el compost suministra suficientes nutrientes, pero puedes añadir un fertilizante rico en potasio a mediados del verano si los frutos parecen pequeños.
- Control de Malezas: Mantén el área libre de malezas para reducir la competencia por nutrientes y agua.
7. Cosecha
Las calabazas estarán listas para cosechar cuando la cáscara esté dura y el tallo comience a secarse. Usa un cuchillo afilado para cortar las calabazas, dejando una porción del tallo para facilitar el almacenamiento.
Crear un huerto de calabazas es una forma maravillosa de transformar un espacio descuidado en un paraíso productivo. Con estos pasos sencillos, podrás disfrutar de calabazas abundantes y hermosas, perfectas para decoraciones y deliciosas recetas.