La poda de arbustos de floración primaveral, como el viburnum, azaleas, rododendros, lilas y forsitias, debe realizarse justo después de que las flores se marchiten. Estos arbustos desarrollan sus flores en el crecimiento del año anterior, por lo que podarlos demasiado tarde podría eliminar las yemas florales que formarán las flores del próximo año.

Consejos para podar arbustos de floración primaveral:
- Poda después de la floración:
- Realiza la poda inmediatamente después de que las flores se hayan desvanecido para no interferir con la formación de yemas florales para el próximo año.
- Herramientas adecuadas:
- Usa podadoras o sierras pequeñas bien afiladas y limpias.
- Desinfecta las hojas de corte entre plantas para prevenir la propagación de enfermedades.
- Mantén la forma natural del arbusto:
- Evita podar los arbustos en formas redondeadas o de “bola”. En su lugar, elimina ramas muertas primero y luego realiza cortes selectivos para preservar la forma natural.
- Poda gradual:
- No elimines más de un tercio de la altura total del arbusto en una sola sesión.
- Después de cada corte, retrocede y evalúa el aspecto general del arbusto para asegurarte de que mantenga una forma equilibrada.
- Favorece el crecimiento saludable:
- Mantén la estructura del arbusto abierta eliminando una o dos ramas principales cada temporada. Esto fomenta el crecimiento de ramas jóvenes y bien distribuidas.
Beneficios de la poda adecuada:
- Promueve arbustos más densos y bien ramificados.
- Mejora la floración del siguiente año al no eliminar las yemas en desarrollo.
- Ayuda a mantener el arbusto en un tamaño manejable.
Cuidado general para los arbustos de primavera:
Realizar una poda ligera y anual, centrada en mantener su forma natural y eliminando ramas viejas o dañadas, asegura una floración abundante y un crecimiento saludable año tras año.