Esta mañana me desperté con una densa escarcha, esa que genera una fascinación infantil. De hecho, me sorprendió tanto como a mi hija de tres años, que disfrutaba cada paso que daba sobre el césped helado mientras íbamos camino al jardín de infantes. Las bellezas del hielo y la nieve pueden convertir incluso a los adultos más serios en niños asombrados.

Aunque la escarcha es hermosa y los días despejados son perfectos para caminatas invernales que revitalizan, no ayudan mucho si tienes ganas de ponerte manos a la obra en el jardín. Sin embargo, estos días ofrecen un tiempo valioso para planificar el próximo ciclo de jardinería, sentando las bases para cuando la tierra esté lista para trabajar y la siembra comience.
Plantar Biodiversidad en Tu Jardín
Si hay algo que he aprendido con el tiempo es que un jardín biodiverso es un jardín saludable y productivo. No solo un jardín lleno de diferentes tipos de frutas, verduras, hierbas, flores, árboles y arbustos nutre el cuerpo y el alma, sino que también fomenta una mayor variedad de vida silvestre. Y más vida silvestre significa un jardín más saludable.
Si estás planificando un jardín nuevo o repensando uno existente, es crucial empezar por las plantaciones más permanentes. Los árboles, arbustos y setos transforman radicalmente la apariencia y el ambiente del jardín, creando zonas de luz y sombra, filtrando los vientos fuertes y proporcionando sitios de anidación para aves, además de alimento y refugio para todo tipo de criaturas. Estas son las plantas más importantes para acertar, ya que podrían quedarse en el suelo durante décadas. Piensa en el área de sombra que generarán y considera la dirección de los vientos predominantes. Idealmente, los arbustos deben ayudar a filtrar el viento sin generar demasiada sombra; aunque en climas más cálidos, más sombra podría ser beneficiosa.
Busca especies que proporcionen alimento tanto para ti como para los animales. Las frutas, como la mielbaya, cumplen ambos roles, ofreciendo néctar para los insectos y deliciosas bayas con sabor a arándano y frambuesa. También puedes encontrar muchas más ideas sobre arbustos y setos comestibles en artículos relacionados. Incluye algunas especies siempre verdes para proporcionar refugio a la fauna durante todo el año.
Flores Durante Todo el Año
Puede resultar difícil saber por dónde empezar con las flores, pero una regla básica es incluir una variedad de plantas que siempre tengan algo en flor, incluso en pleno invierno. Muchos arbustos florecen en invierno: como el dulce invierno, el hamamelis y el jazmín de invierno, que dispersan su dulce fragancia para atraer polinizadores fuera de temporada. Muchos bulbos también florecen en invierno o a principios de primavera, como los crocus, los narcisos y los campanillos de invierno.
Los jardines ornamentales llenos de plantas perennes lucen preciosos, pero no olvides incluir flores también en las áreas comestibles de tu jardín. Las plantas como los caléndulas, el alyssum y la planta “huevo robado” pueden ser grandes aliados en el jardín productivo, tal como señala un artículo sobre plantación complementaria. Esparce flores entre las hortalizas, a lo largo de los bordes de los canteros o debajo de los árboles frutales para atraer polinizadores, atraer depredadores de plagas y mejorar la diversidad de la fauna. Esto te permitirá confiar en los ecosistemas naturales para controlar plagas, en lugar de recurrir a métodos artificiales dañinos.
Elegir una Diversidad de Plantas Comestibles
Las hortalizas y las hierbas ofrecen la mayor flexibilidad para un cambio estacional completo, ya que la mayoría de estos cultivos son anuales y proporcionan un paisaje comestible que cambia constantemente. Como jardineros, tenemos la ventaja de poder variar lo que cultivamos, en lugar de apostar por monocultivos. Un tapiz de diferentes formas y tamaños de hojas, cultivos trepadores y rastreros, fragancias y flores, todo contribuye a crear el ambiente floreciente que buscamos.
Los vegetales y hierbas heredados (o antiguos) ofrecen la oportunidad de salvar nuestras propias semillas, al tiempo que conservamos variedades llenas de carácter que han sido cultivadas y apreciadas por generaciones de jardineros. Por otro lado, las variedades híbridas F1 modernas prometen mayores rendimientos y mejor resistencia a plagas y enfermedades, lo que las convierte en una excelente opción para jardineros orgánicos. La combinación de ambos tipos, seleccionando variedades heredadas probadas y variedades híbridas F1 prometedoras, parece un buen compromiso.
Así que, mientras llega el invierno, aprovecha para echar un vistazo fresco a lo que estás cultivando. El mensaje es claro: en cuanto a la diversidad de plantas ornamentales y comestibles en tu jardín, más siempre es mejor!