Para que un jardín funcione como un refugio para polinizadores, es esencial contar con flores que florezcan en diferentes momentos de la temporada. En muchas zonas templadas, hay un vacío natural de floración en la primavera tardía, después de que los árboles, bulbos y arbustos terminan de florecer, pero antes de que aparezcan las flores de verano. Las flores resistentes al frío son la solución! Estas flores, cuando se siembran en otoño, soportan el invierno con mínima protección y estallan en floración en primavera, justo cuando más las necesitamos.
1. Dianthus (Claveles)
El Dianthus, conocido como “claveles” por los bordes recortados de sus pétalos, es una flor fragante que ha sido cultivada durante más de un siglo. Las variedades antiguas, como ‘Fringed Rainbow Loveliness’, son muy recomendables por su fuerte aroma. Esta planta pequeña se beneficia de estar sembrada en un lecho de vivero durante el invierno y se puede mover a una zona soleada cuando comienza a crecer en primavera. Una variedad más grande y robusta, el Sweet William (Dianthus barbatus), es ideal como flor cortada y se vuelve auto-sembrante con el tiempo.
2. Wallflowers (Aromáticas de Pared)
Las wallflowers, conocidas por su fragancia dulce, florecen abundantemente a finales de primavera. Se combinan muy bien con tulipanes y forget-me-nots (no me olvides). Estas plantas requieren suelo neutro o ligeramente alcalino y pleno sol o sombra parcial. Aunque las variedades como la Erysimum cheiri no son tan resistentes al frío, la Erysimum allioni (wallflower siberiana) es más resistente y puede soportar condiciones más frías. Estas flores, que incluyen tonos de amarillo y naranja, son excelentes para atraer polinizadores y son auto-sembrantes en suelos adecuados.
3. Larkspur (Delphinium)
El Larkspur (Consolida ajacis) es una flor de primavera que florece en verano, especialmente si se siembra en otoño. Aunque sus semillas tardan en germinar, es mejor sembrarlas directamente en el suelo preparado y cubrirlas con una manta térmica para protegerlas. Una vez que germinan, sus hojas lobuladas ayudan a diferenciarlas de las malas hierbas. Los Larkspur son resistentes a los animales debido a su toxicidad, lo que les permite desarrollarse sin ser molestados.
4. Forget-Me-Nots (No me Olvides)
Las pequeñas flores azules de los forget-me-nots atraen a los polinizadores y florecen durante varias semanas a finales de la primavera. Son una excelente opción para combinar con bulbos que florecen tarde o con flores más grandes como las wallflowers. El Myosotis sylvatica es muy adecuado para jardines rocosos o muros, mientras que el Myosotis alpestris, que es la flor estatal de Alaska, es ideal para jardines alpinos. Estos “no me olvides” se resembran fácilmente y se convierten en un valioso tesoro para jardines en climas frescos.
Estas flores resistentes al frío no solo añaden color y fragancia al jardín de primavera, sino que también atraen a polinizadores esenciales para la salud de tu jardín. Además, su capacidad para resembrarse las hace una opción práctica y duradera.