Salva a las abejas y disfruta de un jardín espectacular, Aprende cómo planificarlo para ellas

No hay mejor sonido que el zumbido de las abejas trabajando en el jardín. Los jardineros debemos mucho a estos polinizadores incansables, pues sin ellas no podríamos cultivar muchas de las frutas y verduras que damos por sentadas. Por eso, es importante incluir algunos elementos sencillos pero muy efectivos en nuestro jardín para atraer a estos insectos esenciales.


Por qué las abejas necesitan nuestra ayuda?

En diversas partes del mundo, las abejas y otros polinizadores, como las mariposas, están en declive. Las razones son complejas, pero incluyen técnicas agrícolas modernas, la expansión de las ciudades y la pérdida de hábitats naturales como los prados de flores silvestres. Las abejas desempeñan un papel vital al polinizar las plantas que producen gran parte de los alimentos que consumimos. Además, polinizan las flores silvestres que alimentan a otros insectos que forman la base de la cadena alimentaria. Al ayudar a las abejas, estamos ayudando a la vida silvestre y a nosotros mismos.

Cómo pueden ayudar los jardineros a las abejas?

Nuestros jardines forman un gran espacio verde, y en las ciudades, son corredores vitales para la fauna urbana. Al crear espacios amigables para las abejas, podemos apoyar a poblaciones vulnerables mientras disfrutamos de mejores cosechas.

Consejo 1: Elige flores amigables con las abejas

Las flores amigables con las abejas atraen a estos polinizadores, poniendo tu jardín en su mapa. Planifica una sucesión de flores para que, cuando unas terminen, otras comiencen a florecer. Al proporcionar una fuente constante de polen y néctar, mantendrás a las abejas en tu jardín durante todo el año.

Opta por flores simples, con abundante polen y néctar. Las flores dobles son menos atractivas para las abejas. Algunas plantas que florecen temprano, como sauces, espino al mar, y árboles frutales como manzanos, ciruelos y cerezos, son una excelente fuente de alimento. Durante el verano, plantas como el trébol, la caléndula y la borraja son ideales, y hacia el final del año, asegúrate de tener flores tardías como los ásteres, la equinácea y la hiedra común.

Consejo 2: Planta flores de manera estratégica

La mayoría de las flores amigables con las abejas prefieren un lugar soleado y protegido. Planta en bloques o grupos para maximizar el impacto. Puedes integrar flores dentro de tu huerto, en los márgenes de los cultivos o como plantas compañeras. Recuerda que las verduras que florecen, como los frijoles, también atraerán a las abejas.

Consejo 3: Deja que el jardín crezca de forma natural

Deja algunos rincones del jardín un poco más salvajes para proporcionar hábitats valiosos para las abejas. En invierno, deja crecer más el césped y no cortes los tallos huecos de las plantas perennes, lo que brindará refugio adicional. Plantas silvestres como los dientes de león y los cardos son una rica fuente de néctar y polen. Además, cortar el césped con menos frecuencia permite que flores bajas, como el trébol y las margaritas, florezcan por más tiempo, ofreciendo más oportunidades de forrajeo para las abejas.

Consejo 4: Proporciona hábitats para las abejas

Las abejas silvestres anidan en lugares diversos, como pequeños huecos dejados por otros animales, rincones protegidos o entre las cañas de las plantas. Evita alterar estos sitios de anidación o hibernación. Además, puedes comprar o construir hoteles para abejas. Haz uno propio recogiendo tallos huecos, cañas o ramitas y empaquetándolos en un envoltorio impermeable, o perforando agujeros de diferentes tamaños en un bloque de madera sin tratar (entre 2 y 10 mm). Coloca estos hoteles en lugares protegidos, lejos del mal tiempo.

Consejo 5: Evita los productos químicos en el jardín

Los jardineros conscientes de la naturaleza no deberían depender de pesticidas ni herbicidas químicos. Estos productos afectan tanto a los polinizadores como a otras especies útiles, interrumpiendo la cadena alimentaria y reduciendo las poblaciones de insectos beneficiosos. En su lugar, utiliza controles naturales como redes, telas de jardín o barreras de malla, y controla las malas hierbas con azadones o acolchado.


Las abejas son aliadas incansables del jardinero, y sin ellas, nuestras cosechas serían mucho más pobres. Al atraer abejas a tu jardín, no solo estás mejorando tu cosecha, sino también contribuyendo al bienestar de la fauna local.

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